TAMBIEN LLEGA A OTROS PAÍSES

En Roma el tango fue tan popular como en París.

A principios de 1914 llegó a Nueva York y se multiplicaban los salones de baile y los tés-tango. El 4 de enero de 1914 el New York Times decía “toda Nueva York gira locamente a causa del tango”. La enseñanza de tango constituía un nuevo modo de vida aparecían por allí cantidad de jóvenes de piel oscura que decían provenir del sur del Río de la Plata, para enseñar a bailar la danza argentina.


La moda pasó a Inglaterra donde se desató una gran polémica a través de los diarios y revistas de la época. Finalmente aceptado se convirtió en moda, cuando en 1913 es tapa del una revista ilustrada que dice: “todo el mundo se dedica al tango, aprende tango, habla de tango, procura bailar tango” y al año siguiente el tango consigue el sello de aprobación real, considerando Su Majestad que el tango es una danza “encantadora”.

En Alemania el Kaiser no aceptaba las danzas “modernas” como el vals y la polca así que el tango fue rechazado; solo se permitía bailar el minué y la gavota. Los oficiales tenían prohibido bailarlo con sus uniformes, y como en las fiestas había una gran presencia de oficiales el tango quedó excluido en ese ámbito. Fuera de la corte se puso de moda como en el resto de Europa y eran comunes los te-tango y los espectáculos de tango tuvieron un gran éxito.

En Rusia, el zar Nicolás II fue el 1er. monarca en ver bailar tango. Dos de sus sobrinos habían participado de un incidente en un elegante cabaret donde se bailaba una danza nueva y perturbadora de origen sudamericano que se llamaba tango y ordenó sus sobrinos que hicieran una demostración y le gustó.

En España a Alfonso XIII le encantaba el tango ante el escándalo de los miembros de la corte más conservadores.