EL CANTOR

Con Gardel se inicia un nuevo estilo. El canta tango con acompañamiento de guitarra.

A quienes cantaban con acompañamiento de orquesta se los llamaba estribillistas o chansoniers y desempeñaban un papel muy secundario.

Recién en 1940 se incorpora el cantante a la orquesta. El puente entre estribillista y cantante fue Francisco Fiorentino(1905-1955) quien se sumó a la orquesta de Aníbal Troilo entre 1937 y 1944.

En la década de 1940 el cantante era la clave del éxito de una orquesta, tanto que la gente solía detener el baile para escuchar cantar.

Otras uniones notables fueron Roberto Chanel con O. Pugliese, Alberto Marino con A. Troilo, Floreal Ruiz con A. Troilo, Alberto Castillo con Ricardo Tanturi. Roberto Rufino con Carlos Di Sarli en 1938 y en 1947 a la orquesta Francini-Pontier.
R. Goyeneche (1926-1994) de la generación que sigue a la de Rufino grabó más de 100 discos.

Las mayoría de las letras de tango fueron compuestas por hombres, para ser cantadas por hombres y la mujer que las interpretaba, cantaba tal cual habían sido escritas, puesto que si cambiaba el género, se alteraba la rima, y por ésta razón la mujer muchas veces cantaba vestida de hombre.

Azucena Maizani fue la principal cancionista de la década de 1930 y, si bien la mayoría de los músicos eran varones hubo también mujeres. La bandoneonísta Paquita Bernardo era, según dijo Gardel, la única mujer que ha dominado el taura del bandoneón, y en 1921 presentó su sexteto en el palco del bar Domínguez.