EL LADO OSCURO DE BUENOS AIRES

Con el crecimiento económico que se estaba produciendo y la consecuente explosión demográfica, el negocio de la prostitución no tardó en ponerse a la altura de la circunstancia y enseguida se convirtió en una empresa de corte internacional .

Buenos Aires se constituyó en uno de los importantes puertos para le trata de blancas.
La mayoría de las prostitutas y las madamas eran inmigrantes u desde 1972, llegaban francesas, inglesas, belgas, suecas, francesas, turcas, egipcias, persas, tudescas, belgas, rusas, circasianas, etc.
La prostitución, tanto legal como ilegal, era corriente en toda la ciudad y en especial en los barrios de las orillas, atestados de burdeles ilegales llamados clandestinos.



En 1900 había de 20 a 30.000 prostitutas de las cuales solo 947 estaban inscriptas.
Los prostíbulos ilegales estaban protegidos por los políticos que recibían coima por parte de prostitutas y madamas.
Las calles, Pueyrredón-Jujuy, Corrientes, Libertad, Paraguay y Junín estaban atestadas de prostíbulos. Viamonte era la de los sórdidos burdeles. Frente al teatro Colón se exhibía de día la retreta y por las noches pululaban las prostitutas callejeras. Leandro N. Alem era la zona de ........... y Plaza Roma reunía a los homosexuales.


Las pupilas tenían un unifome de trabajo que consistía en botines abrochados, facón en la liga, (o pantalones de montar) y camisa abierta.
Podíans pelear a cuchillo o a mano limpia por la exclusividad del rufián y se protegían del manoseo no convenido con blasfemias o con un cachetazo. Decidían por si mismas el precio y la forma de su trabajo.


Las madamas: tenían la rudeza masculina, tenían labia, habilidad para el negocio y mucha gracia. Vigilaban el local y echaban a los que “pasaban franela y no pasaban visita”.
Las prostitutas tenían los lunes libres, y la conducta pública debía ser discreta. Todas las semanas eran revisadas por equipos médicos para proteger la salud de los hombres del lugar. La prostitución legal fue abolida en 1936.


En cuanto a los lugares, existían los burdeles y los cuartos de las chinas. Las academias, que eran cafés atendidos por mujeres que no tenían trastienda donde concretar la relación. Había casas de baile, regenteadas por madamas, que eran alquiladas con todo lo que los hombres de la oligarquía deseaban para esas fiestas privadas, mujeres, bebidas y hasta orquesta. También había cafés para hombres solos adonde iban solo a escuchar música y si un tango le gustaba lo hacían repetir hasta que se les diera la gana.

Un evento importante eran los bailes de carnaval. Eran la fiesta de la plebe. Las comparsas de marginados producían situaciones de violencia en las calles. Se habilitaban los teatros para los festejos y solo en esos días las prostitutas podían mostrarse en la calle y también estaban permitidos los pasos de TANGO.